UNA EXPERIENCIA EN LOS LÍMITES DE LA FORMA
Todo arquitecto lleva dentro «un Formalista». Por mucho que renunciemos a los problemas de la Forma, ésta existe en todo caso. Y aceptarlo es un ejercicio de honradez.
En este proyecto se pretenden explorar los caminos de la descontextualización de la Forma en primer orden, para luego descomponerla en partes elementales y reunificar éstas de manera arbitraria.
La Función no es un objetivo; es un resultado.
La Forma no es un objetivo; es un proceso.
La Construcción no es un objetivo; es un mecanismo.
El desarrollo del proceso, que a través del mecanismo conduce al resultado, se manifiesta en el Objeto; y éste tiene entidad propia. Nosotros no rechazamos los problemas de la Forma.
Lugar de Peñarredonda, Concello de A Coruña
2005 (fin. 2008)
698,07 m²
Arq. Residencial unifamiliar